Cuantas veces hemos deseado decir esas palabras que se agrupan en nuestra alma, en nuestro corazón. Cuantas veces hemos querido poder decirlas a esas personas a las que les pertenecen, pero siempre nos falta el valor para hacerlo. Hay demasiadas dudas, demasiado temor de las consecuencias de dichas palabras, y entonces... ¿Qué nos queda? No nos queda más esperar a que el tiempo pase y se las lleve el viento, pero muchas veces anidan en nuestras mentes y no quieren abandonarnos, se convierten en una espina que se clava más y más en nuestro ser, una espina que nos recuerda que quizás sí debamos decirlas, pero... ¿Tendré valor? Y entonces recordamos los momentos que los que nacieron y debieron morir, pero nos aferramos a ellas y ahora no quieren abandonarnos, y nosotros... Nosotros pagamos por nuestros errores hasta que tengamos el valor de dejarlas marchar...
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2 comentarios:
no es valor para soltar las palabras ke necesitamos liberar, es miedo a ke las palabras se claven en el corazon de otro y preferimos no soltarlas por no kerer hacer daño.
También es cierto. En muchas ocasiones prferimos guardar algunas cosas con llave antes que dañar a personas que nos importan.
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