Hacía tiempo que no escribía, que las palabras ya no afloraban en mi mente y ésta se encontraba en blanco.
Ahora siento que de nuevo debo intentar escribir algo, intentar que poco a poco mi interior se vaya liberando. Estas últimas semanas han sido extrañas, tristes y algo confusas pero la vida sigue y nosotros con ella.
Ahora sé lo que deseo hacer, lo que deseo estudiar y lo que aspiro a conseguir, he aprendido y abierto los ojos, me he dado cuenta que es importante intentar mantener el contacto con la gente que una vez estuvo a tu lado y que significó tanto para ti, aunque muchos aún siguen significando algo, pues son parte de tu ser, de tu crecimiento como persona y del tiempo que has pasado en su compañía.
No es bueno guardar rencores a nadie, no es bueno callarnos el dolor y las penas, y sobre todo, no es bueno dejar de hablar con nuestra gente, ya que desgraciadamente nunca sabemos cuándo será la última vez que los volvamos a ver.
Hace unas semanas atrás yo perdí a alguien que significó mucho para mí, alguien a quien apenas veía ahora, pero alguien que siempre estuvo en mi corazón y que siempre estará en mis recuerdos. Alguien que me ha enseñado tantas cosas, ya sea en vida o tras su desgraciada y cruel partida.
Ahora sé qué debo hacer y cómo vivir, creo firmemente en mí y lucharé por conseguir todo aquello que me proponga, por conseguir alcanzar mis sueños y mis metas. Y en mi mente siempre permanecerá su recuerdo, su sonrisa, su forma de vivir y sobre todo sus enseñanzas; y sé que si realmente hay algún lugar para los que nos dejan, seguro que él tendrá ahora todo cuanto deseó...
Quizás no éste no sea de mis mejores textos, pero como escribí con anterioridad estoy algo bloqueada y siento que en mi vida aún sigue faltando algo, aunque parece que la luz vuelve a iluminar poco a poco mi vida y que mi alma vuelve a llenarse de esa calidez añorada.
Hasta la próxima, mis lectores fantasmas.