Hoy mis ropajes negros son, no por moda ni por habituación, si no porque por la libertad de luto estoy.
Miro al horizonte y sólo consigo ver, una plaga de gaviotas azules que con sus alas cubren la luz del sol, impidiendo contemplar un nuevo amanecer.
Hoy saludamos a las cadenas de la opresión, en este día se celebra la condena a un niña en cuyo interior alberga una vida creada por una violación. Hoy esa niña es condenada a llevar el fruto de una traición a su inocencia y juventud.
De nuevo volverán a existir niños no deseados en vientres de jóvenes que no pudieron tener, una educación sexual en condición. Hoy se asesinan los sueños y libertades de muchos colectivos.
En este oscuro día una pareja de homosexuales que se aman con la misma fuerza que una heterosexual serán condenados a no cumplir sus sueños de matrimonio y adopción. Su condición será de nuevo estigmatizada y sus derechos y libertades asesinados a sangre fría.
En este funesto día la educación pública es asesinada y descuartizada, decimos adiós a la libertad en la educación y saludamos a una educación basada en conceptos que tiempo atrás debieron morir. Nuestros hijos serán obligados a crecer bajo la enseñanzas de una iglesia que mucho pide pero poco da. Cuyas arcas de oro llenas están y desde sus palacios de diamante contemplan sin piedad a niños de hambre y sed morir.
Seremos esclavos del trabajo pues los empresarios en su poder tendrán nuestros cuerpos, atados a las cadenas de la esclavitud, trabajando por un mísero sueldo pero algunos las gracias por esto darán, pues prefieren ser esclavos de los ricos que luchar por su libertad. Los estudiantes que recién sus carreras terminen, condenados a trabajar con sueldos de becarios hasta la treintena cumplir, esclavizados a trabajar para negreros cuyo único objetivo es llenar aún más sus bolsillos.
Los colectivos inmigrantes y más desfavorecidos serán de nuevo tachados de desperdicios de la sociedad, sus derechos aún serán más masacrados que los de todos los demás. Condenados a la miseria y a la pobreza sólo podrán huir o de la caridad vivir mientras contemplan a los ricos vivir a todo lujo y sin control.
Pero a pesar de la luz del sol no poder ver yo a mis sueños me aferro, mi voluntad se afianza y mis deseos de libertad crecen con fuerza en mi interior. No me detendrán, no acallarán mis gritos a la opresión, mis sueños de libertad jamás serán pisoteados y a mi alma no pondrán los grilletes de la esclavitud pues mi mente es libre y cuerda y sabe por lo que luchar.



